(sacacorchos la sangre de cristo)

El vino representa la sangre de Cristo y ello, cuales Dráculas, nos impulsa desde la adolescencia a beberlo sin parar llenándonos de sabiduría y bondad infinitas. Que inapropiado ha resultado hasta ahora no disponer de la herramienta adecuada para descorchar las botellas de este preciado elixir. Imaginemos una bella etiqueta en la cual una Mater dolorosa alza su mirada para ver a su hijo morir desangrado en la cruz. Longinos ha clavado ya su lanza en el corazón del altísimo y la sangre brota llenando de divino dolor esta botella. En lo alto, en el corcho, el crucifijo sacacorchos es en su forma idealmente ergonómico para liberar la botella de su tapón y ofrendarnos el caldo diario del amor, la comunión de dios con el hombre. bebamos.