dimas & gestas clothes
(colgador dimas & gestas)
Un cristo indignado se vuelve contra la pared con sus olvidados compañeros de crucifixión Dimas & Gestas. Así suspendidos sobre sus pies, casi ingrávidos, algunos dicen que parecen un equipo de natación sincronizada al borde de un salto que jamás llegará a producirse. Adolf Loos nos advertía en su artículo “ornamento y delito”: “El primer ornamento que surgió, la cruz, es de origen erótico. La primera obra de arte, la primera actividad artística que el artista pintarrajeó en la pared, fue para despojarse de sus excesos (se refiere a sus heces). Una raya horizontal: la mujer yacente. Una raya vertical: el hombre que la penetra. El que creó esta imagen sintió el mismo impulso que Beethoven, estuvo en el mismo cielo en el que Beethoven compuso la Novena Sinfonía”. Poco sabemos de la manera en que un dios asiático se ha apropiado de este emblema erótico, convirtiéndolo en un objeto de tortura para él (muerte dolorosa) y para los cristianos (culpa infinita). Hemos convivido con este objeto desde hace siglos, presidiendo no solo las iglesias sino igualmente las aulas de las escuelas y las plazas, las fachadas de las casas... Ya era hora de buscarle una utilidad y en este delicioso vertedero sacrílego te ofrecemos recorvertirlo en este práctico colgador para tu casa. “Gracias señor por sujetarnos el abrigo” exclamarán tus felices invitados. “Alabado sea el señor por guardar mi sombrero”, “Viva Cristo que me tiene a salvo la cazadora”. Pero recuerda! Cristo es dios, pero Dimas y Gestas eran expertos ladrones! Esta perspectiva trasera del Calvario nos es inédita en el mundo del arte y sin embargo nos remite no sólo a una realidad imaginaria en la cual un habitante de Galilea se alejase descendiendo la colina por este lugar, viendo la espalda de dios, sino que igualmente nos sugiere una nueva simbología por la cual el hijo del santísimo mira hacia el horizonte, solitario, y abandona al hombre a su suerte. ¿Y en qué medida estos hechos del pasado remoto en Asia nos resultan útiles a los alegres habitantes de hoy en día? Pues está claro: tenemos resuelto con ello un bonito y práctico colgador de ropa que aunque no sea necesario resulta muy adecuado para no dejar todo por los suelos. Como corolario, es posible que la familia política sea religiosa y se mantenga convenientemente alejada de esta herejía cual vampiros y que junto a nuestros amigos más salvajes celebremos estos hechos -"Ausencia de suegros permanente"- como la mejor de las situaciones posibles, libando por ello con vino y cerveza a las diosas antiguas que insultaban a este dios uno y trino llamándole " el mono".